Parto Natural y Parto vaginal

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Relajación durante la dilatación. Imagen GuiaSalud.es

Diferenciar el parto natural del parto vaginal es algo que no siempre es evidente para muchas madres primerizas.

Estamos acostumbradas a leer en revistas sobre celebrity que fulanita o sotanita ha dado a luz por “parto natural” y en realidad, en la mayoría de los casos se refieren, simplemente, a un parto vaginal.

El parto vaginal es un parto que, a diferencia de una cesárea, se realiza a través del canal vaginal. Un parto vaginal, que conlleva sus contracciones, su dilatación (muchas veces de horas) y el trabajo de parto (lo que llamamos los pujos o empujar) puede gestionarse con ayuda de analgesia y/o epidural. Pero hay otras maneras para sobrellevar el dolor

La anestesia epidural ayuda a que el dolor del alumbramiento sea menor pero conlleva una serie de “contras” o riesgos. Mayoritariamente la epidural no solo elimina el dolor sino, en muchos casos, la sensibilidad y fuerza necesaria para que los pujos sean efectivos, haciendo que la fase de dilatación se prolongue y con ello el parto. Numerosos estudios analizan los posibles efectos adversos de la anestesia epidural sobre el bebé, como por ejemplo este artículo 

Pero no nos alarguemos más sobre el tema de la epidural. Es algo que debe tratarse más a fondo y queremos que queden claras las diferencias entre el parto natural y el vaginal.

El parto natural tiene una gran diferencia con el parto vaginal. La química. Otro de los métodos usados habitualmente en los hospitales es inyectar oxitocina. Este compuesto químico puede provocar más contracciones o aumentar su fuerza. Supuestamente esto provocaría un parto o incluso lo acortaría.

En el parto natural ni se inyecta oxitocina, ni epidural. Ojo, sí se puede administrar analgesia ligera. Pero nada más. El parto natural se ayuda de técnicas de relajación, masajes y paseos. En muchas ocasiones se pueden usar pelotas de gimnasia, sillas de parto e incluso piscinas de agua caliente. Pero lo más importante es que la madre gestiona su parto al 100%. Eso sí, con la ayuda de profesionales como las matronas, doulas y médicos. En este artículo tenéis una breve guía sobre el parto normal

Y el resultado suele ser maravilloso. Dolorosamente maravilloso. En muchos de los casos en los que se ha disfrutado de un parto natural, bien asesorado (ojo, esto es importantísimo) la madre trabaja codo con codo con el bebé y la sinergia es perfecta. El dolor se olvida, pero la experiencia de ayudar a tu hijo o hija a llegar a este mundo con la mayor comodidad posible no.

En el libro de Michel Odent, “El bebé es un mamífero” tenéis una visión del parto natural

Esperamos que hayáis comprendido ahora las diferencias entre parto natural y vaginal.

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Posturas de relajación durante el trabajo de parto. Imagen de GuíaSalud.es